Después de la
noticia de RoJO me entro por escuchar cada una de sus canciones. Me detuve cuando escuche la introducción de Día
De Independencia. “la verdadera
independencia se logra cuando te haces dependiente... a Jesús”
¿Cuántas veces
se nos ha dicho que Dios está de nuestro lado, que confiemos en El, que
pongamos toda nuestra ansiedad sobre El? Muchas veces, pero somos “torpes
cachorrillos, y como nos gusta jugar, y nos gusta preguntar, aquello que hace
tiempo sabemos ya”. En estos días me he
puesto mucho a pensar sobre situaciones en las cuales he fracasado. Tal vez la palabra fracaso, suena fuerte o
muy dramática. Pero la uso porque es una
forma de explicar cosas, o situaciones en las que he tratado de hacer algo pero
he fallado, relaciones, trabajo, proyectos, responsabilidades, etcétera. Hay
problema cuando pensamos demasiado en esas cosas, nos auto-culpamos, y puede
llegar desesperación, depresión, y culpabilidad a nosotros. Todos hemos fallado en el pasado, y las
probabilidades de que volvamos a fallar o fracasar en ciertas cosas son
bastante altas. Pero eso no nos debe de
detener de seguir intentando. Tal vez
necesitamos una nueva estrategia, tal vez hemos hecho todo en cierta manera y
tenemos que dejar que Dios tome el control.
El hacernos dependientes de Jesús no es excusa para que le dejemos todo
a Él. No es que nos podemos entonces
sentar a esperar las bendiciones que Papá Dios tiene preparadas para
nosotros. Me recuerdo de la oración de
Jabes. El oro y Dios le contesto, pero
no me imagino a Jabes simplemente esperando que Dios lo bendijera, y que
ensanchara su territorio. La Biblia dice
que Jabes fue más ilustre. Ilustre
quiere decir “conocido por su gran labor”.
Entonces para conseguir lo que él quería no solo oro y pidió a Dios, sino
que también actuó. Aquí hay unos versos
que he leído últimamente y me han ayudado.
Salmos
94: 17-19 Si
tú no me hubieras ayudado, muy pronto habría perdido la vida; pero te llamé al sentir que me caía, y tú, con
mucho amor, me sostuviste. En medio de mis angustias y grandes preocupaciones, tú
me diste consuelo y alegría.
Salmos
55: 22-23…Mi
amigo, te aconsejo que pongas en manos de Dios todo lo que te preocupa; ¡él te
dará su apoyo! ¡Dios nunca deja fracasar a los que lo obedecen! ¡Por eso
siempre confío en él!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario