viernes, 27 de julio de 2012

Día de independencia

“la verdadera independencia se logra cuando te haces dependiente... a Jesús”


Después de la noticia de RoJO me entro por escuchar cada una de sus canciones.  Me detuve cuando escuche la introducción de Día De Independencia.  “la verdadera independencia se logra cuando te haces dependiente... a Jesús”

¿Cuántas veces se nos ha dicho que Dios está de nuestro lado, que confiemos en El, que pongamos toda nuestra ansiedad sobre El? Muchas veces, pero somos “torpes cachorrillos, y como nos gusta jugar, y nos gusta preguntar, aquello que hace tiempo sabemos ya”.  En estos días me he puesto mucho a pensar sobre situaciones en las cuales he fracasado.  Tal vez la palabra fracaso, suena fuerte o muy dramática.  Pero la uso porque es una forma de explicar cosas, o situaciones en las que he tratado de hacer algo pero he fallado, relaciones, trabajo, proyectos, responsabilidades, etcétera. Hay problema cuando pensamos demasiado en esas cosas, nos auto-culpamos, y puede llegar desesperación, depresión, y culpabilidad a nosotros.  Todos hemos fallado en el pasado, y las probabilidades de que volvamos a fallar o fracasar en ciertas cosas son bastante altas.  Pero eso no nos debe de detener de seguir intentando.  Tal vez necesitamos una nueva estrategia, tal vez hemos hecho todo en cierta manera y tenemos que dejar que Dios tome el control.  El hacernos dependientes de Jesús no es excusa para que le dejemos todo a Él.  No es que nos podemos entonces sentar a esperar las bendiciones que Papá Dios tiene preparadas para nosotros.  Me recuerdo de la oración de Jabes.  El oro y Dios le contesto, pero no me imagino a Jabes simplemente esperando que Dios lo bendijera, y que ensanchara su territorio.  La Biblia dice que Jabes fue más ilustre.  Ilustre quiere decir “conocido por su gran labor”.  Entonces para conseguir lo que él quería no solo oro y pidió a Dios, sino que también actuó.  Aquí hay unos versos que he leído últimamente y me han ayudado.

Salmos 94: 17-19 Si tú no me hubieras ayudado, muy pronto habría perdido la vida;  pero te llamé al sentir que me caía, y tú, con mucho amor, me sostuviste. En medio de mis angustias y grandes preocupaciones, tú me diste consuelo y alegría.

Salmos 55: 22-23…Mi amigo, te aconsejo que pongas en manos de Dios todo lo que te preocupa; ¡él te dará su apoyo! ¡Dios nunca deja fracasar a los que lo obedecen! ¡Por eso siempre confío en él!

No hay comentarios.: